Con gran fuerza visual, “Costume Jewelry” escenifica la historia de la bisutería estadounidense. Al mismo tiempo, se hacen visibles ideas de libertad, estilo y movilidad social. Lo más interesante es aquello que las imágenes insinúan sin llegar a decir explícitamente.
Estética como estructura narrativa
El volumen de gran formato reúne una importante colección privada de bisutería estadounidense y otorga a este fenómeno de raíz comercial un marco histórico-artístico. El texto y la composición visual trazan un arco que va desde la década de 1920 hasta la posguerra. El orden aparece más estetizado que problematizado. La joyería se presenta sobre todo como un instrumento de autoafirmación femenina, mientras que las dependencias económicas y sociales quedan en un segundo plano. El resultado es una historiografía curada que dibuja líneas claras y deja entrever solo de forma marginal algunas fracturas estructurales.
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Retórica de la apertura
Los textos utilizan un lenguaje que enfatiza la modernización: nuevos roles y nuevos materiales como signos de una participación social creciente. Esta perspectiva resulta convincente porque los objetos están situados en un contexto histórico. Al mismo tiempo, se mantiene estrechamente vinculada a la idea directriz de una “democratización estética”. Una idea sugerente que, sin embargo, oculta que el acceso, en el siglo XX, se construyó principalmente a través de la apariencia y no de las condiciones reales de vida. El libro apuesta por el optimismo —y lo hace con estilo—. Las ambivalencias de ese optimismo solo aparecen de forma puntual.
y una selección de piezas en forma de corona.
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Espacios silenciosos en la narración
Llaman la atención también los aspectos apenas mencionados. Entre ellos: las condiciones de producción, las presiones económicas o las tensiones culturales que influyeron en muchos diseños. El uso de motivos globales —desde ornamentos indios hasta formas calificadas de “exóticas”— es completamente natural dentro del lenguaje visual del libro. No obstante, sus contextos históricos solo se esbozan. Esto no disminuye la fascinación de las piezas, pero deja claro que el efecto estético se prioriza por encima de todo. Una elección comprensible que, sin embargo, revela una perspectiva donde la estética pesa más que la complejidad histórica.
y un broche de pulpo en color coral.
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El presente en el retrovisor
Precisamente en esta claridad curatorial reside parte de su atractivo: la publicación muestra una época que creía que el estilo podía desplazar fronteras sociales —una idea que sigue teniendo eco hoy en día—. El gusto por los materiales artificiales, la mezcla de cita e invención y la idea de individualidad expresada a través de los accesorios remiten a patrones que reaparecen en el siglo XXI. Como documento estético, el volumen es contundente; como relato histórico, abre espacios que invitan a nuevas preguntas —y ahí reside su efecto.
Recomendación de lectura
Costume Jewelry. TASCHEN, 2025, 528 páginas, 100 EUR.
