HYPERMADE LIFESTYLE MAGAZINE

Comentario
Entre función y abstinencia

ZARA × Samuel Ross – Estética de la reducción industrial
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Stillness and Structure
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La colaboración entre ZARA y Samuel Ross no es tanto una colección como un intento de redefinir la relación entre la ropa, la protección y la distancia. Mientras la moda suele seducir, Ross se retira — en materiales, capas y superficies que convierten la abstinencia misma en forma.

El diseñador como constructor

Samuel Ross, fundador de A-Cold-Wall, hace tiempo que se desprendió de la imagen del renovador del streetwear. Su pensamiento es arquitectónico; su moda, una reacción a los procesos industriales. En la colaboración con ZARA traduce esta actitud en un lenguaje controlado de accesibilidad. Las piezas parecen prototipos de un taller anónimo: funcionales, reducidas, sin patetismo. A Ross le interesa menos la prenda individual que la idea de su repetición. Todo es serie, nada individual. El diseñador escenifica la despersonalización como virtud estética.

La forma olvidada

Son tejidos familiares como lana, denim y algodón, pero no ofrecen comodidad. Sus superficies son mates, apagadas y absorbentes. Ross rechaza el brillo y el movimiento. Las texturas parecen cerrar la piel en lugar de mostrarla. En esta política del material hay una resistencia silenciosa contra la sobreproducción de estímulos visuales. La ropa no está hecha para ser vista, sino para resistir. Incluso los accesorios —gorros, bolsos y zapatos— parecen herramientas más que adornos. La estética del material en Ross es una escuela de autocontención.

Silueta y protección

Las siluetas parecen pesadas y compactas, casi inmóviles. No destacan los cuerpos, los ocultan. El ser humano se convierte en portador, no en imagen. Recuerda al uniforme y a la ropa de trabajo, pero sin gesto heroico. La protección que ofrecen estas formas es de naturaleza física. Es ropa para la duración, no para la aparición. En un mundo de la moda que se agota en la imagen, Ross se sustrae a la pose — y así formula una contraproposición a la visibilidad.

Puesta en escena y mirada

La campaña muestra modelos que no actúan, sino que permanecen de pie. Ninguna mirada busca el contacto, ningún rostro se impone. Los cuerpos son contenedores, no figuras: cargan sin narrar. Su presencia es funcional, no psicológica — encarnan estructura en lugar de emoción. La luz se mantiene neutra, los espacios son anónimos. En esta frialdad fotográfica surge una forma de verdad que libera la imagen de moda de todo deseo. La puesta en escena se convierte en espejo de la construcción: precisa, sin emoción, incorruptible.

El equipo de la reducción

Fotografiada por Willy Vanderperre y dirigida por Gorka Sorozabal, la campaña sigue un principio documental: distancia en lugar de emoción, observación en lugar de seducción. Los modelos Julez Smith, Long Li, Timo Pan y Chandler Frye representan una nueva generación de rostros internacionales que convencen no por su individualidad, sino por su actitud. Su calma da medida a las prendas — sin expresión, sin pose, solo postura. En colaboración con el peluquero Anthony Turner y la maquilladora Lynsey Alexander surge un lenguaje visual que no eleva el cuerpo, sino que lo neutraliza — una gramática visual de precisión.

El color como abstinencia

La gama cromática se mueve entre los tonos terrosos, funcionales y apagados: marrón, gris, caqui y negro. No hay acentos ni composición. El color no es aquí medio de expresión, sino estado de concentración. La renuncia a la tensión visual se convierte en principio. Ross apuesta por la neutralidad emocional — un silencio cada vez más raro en la moda. Incluso los tejidos claros pierden su luminosidad. La colección habla en semitonos — un lenguaje sin volumen.

El gesto de la distancia

Los diseños de Ross rechazan el deseo que impulsa el negocio de la moda. Los modelos parecen anónimos, las poses casuales. No se trata de individualidad, sino de sistemática. La ropa se convierte así en el código de una actitud: disciplina, control y autocontrol. En esta severidad se esconde una humanidad paradójica, un recordatorio de que la reducción también puede ser cuidado. La moda pierde su voz para proteger el cuerpo. Pero este cuerpo permanece indeterminado, casi ausente.

La traducción silenciosa

En la segunda temporada de su colaboración, ZARA y Samuel Ross muestran cómo una marca de masas puede adoptar el lenguaje de un vanguardista sin deformarlo. ZARA × Samuel Ross no es una ruptura de estilo, sino el intento de trasladar el pensamiento industrial a un formato de masas. El resultado es frío, preciso y, en su coherencia, notablemente contenido. Ross utiliza el alcance de ZARA para extender el concepto de lo funcional hasta el límite de la desindividualización. La moda deja de ser ornamento para convertirse en comentario de un presente sobreestimulado.

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