El sudor parece pulverizado, el brillo parece salido del archivo: Dsquared² celebra su 30º aniversario – y la euforia de antaño ha perdido su calor. El fuego de entonces se ha convertido en una pose.
Kilian Kerner dedica su colección al tema de las adopciones forzadas en la RDA – y convierte la memoria histórica en un espectáculo estético. Pero ¿qué queda realmente de todo ello?