En diez respuestas, la fotógrafa y cineasta Tia Liu nos invita a espacios silenciosos — donde la emoción permanece en el silencio, la ropa se convierte en memoria y la intimidad resiste ser definida.
Editado por Michael Janke
HYPERMADE: Tus imágenes a menudo oscilan entre la fragilidad y la quietud. ¿Qué te atrae de esos estados intermedios y desprotegidos?
Tia Liu: Me encantan esos momentos imperfectos y no actuados — la pausa después de una risa, la quietud en los ojos de alguien cuando cree que nadie lo observa. Hay algo profundamente humano en esos espacios no guionizados. No me interesa capturar la perfección; me intriga más ese borde suave donde la emoción vacila y algo se escapa casi sin ser notado. Para mí, la quietud y la fragilidad tienen un poder inmenso.
HYPERMADE: Una vez dijiste que los momentos silenciosos hablan más fuerte. ¿Recuerdas una vez en la que el silencio dijo algo que no podrías haber capturado con palabras?
Tia Liu: Hubo muchos momentos, pero el que dejó la huella más fuerte fue durante la pandemia. En Shanghái, estuvimos en confinamiento total — durante casi dos meses no se nos permitió salir. Un día, tuve que salir para hacerme un chequeo médico, así que solicité un permiso especial y finalmente salí. Las calles estaban completamente vacías, sin gente, casi sin coches. Alquilé una bicicleta compartida y recorrí la ciudad. Podía oír el sonido de las ruedas sobre el asfalto — así de silencioso estaba todo. No parecía real. Ese silencio no estaba vacío — estaba lleno de todo lo que no podíamos decir.

Cortesía de Tia Liu
HYPERMADE: Algunos de tus retratos se sienten como desapariciones suaves — personas a medio camino entre la presencia y la retirada. ¿Buscas esa distancia emocional o simplemente la observas?
Tia Liu: Probablemente una mezcla de ambas. Sí busco esos momentos — cuando alguien parece replegarse sobre sí mismo — pero nunca los fuerzo. A menudo parte de algo que observo emocionalmente, y entonces sigo ese sentimiento, extendiéndolo suavemente. Siempre he sentido que la emoción humana conlleva cierta distancia — incluso en la intimidad, hay espacio.
HYPERMADE: La ropa juega un papel sutil pero constante en tu obra — casi como una arquitectura emocional. ¿Cómo dan forma las prendas al estado de ánimo de tus narrativas?
Tia Liu: Me gusta tu analogía. Para mí, la ropa no es solo visual — es una textura emocional. No trato las prendas como declaraciones de moda, sino como una forma de sostener el ánimo. Una chaqueta suelta, un vestido arrugado, unos tacones a una hora inusual — esos pequeños detalles te dicen algo sobre dónde ha estado alguien o qué lleva dentro. De alguna manera, la ropa ayuda a dar forma al silencio en la imagen. Construyen un contexto suave para lo que se siente pero no se dice.
HYPERMADE: En “Still Wearing Last Night”, el agotamiento se convierte en poesía visual. ¿Puede la moda cargar con el peso del sentimiento?
Tia Liu: Creo que sí, pero solo cuando se aleja de la actuación. La idea de “aún llevar” apunta a un residuo emocional — rastros de una noche, un sentimiento o un momento que aún no se ha ido. La ropa se convierte en una pista: no solo lo que alguien lleva puesto, sino cómo se siente al llevarlo.

Cortesía de Tia Liu
HYPERMADE: Tus fotografías difuminan la línea entre puesta en escena y entrega. ¿Cómo decides cuándo un encuadre está “terminado”?
Tia Liu: Me baso mucho en la intuición. En la fotografía, a menudo es difícil capturar el momento emocionalmente más resonante — es fugaz y casi imposible de recrear una vez que ha pasado. Así que me mantengo atenta a ese pequeño cambio: un gesto en los ojos, una respiración, una pausa. Fotografío con una sensación de urgencia tranquila, tratando de atrapar ese instante antes de que desaparezca. Un encuadre se siente “completo” cuando contiene ese destello — cuando algo real, por pequeño que sea, ha pasado a través de él.
HYPERMADE: ¿Recuerdas la primera imagen que hiciste y que sentiste verdaderamente como un espejo — algo innegablemente tuyo?
Tia Liu: Quiero ser franca — todavía estoy buscando y esperando que llegue esa imagen.
HYPERMADE: Trabajas tanto con fotografía como con imagen en movimiento. ¿Qué puede susurrar un medio que el otro no puede?
Tia Liu: La imagen en movimiento se despliega en el tiempo — te atrae al mundo del creador a través del ritmo, el tempo y la secuencia. Como espectador, a menudo la experimentas primero y reflexionas después. La fotografía, en cambio, es estática. Su espacio se siente más abierto. Para mí, una fotografía deja más margen para la interpretación personal y la reflexión en el momento presente. Dicho esto, la imagen en movimiento puede ofrecer una experiencia más vívida e inmersiva — especialmente a través del sonido y el movimiento. Habla en una frecuencia emocional diferente. Recurro a la fotografía cuando quiero silencio, y al cine cuando quiero aliento y ritmo.

Cortesía de Tia Liu
HYPERMADE: ¿Cómo defines la belleza en un mundo que a menudo confunde la perfección con la verdad?
Tia Liu: Para mí, la belleza no tiene que ver con la perfección, sino con la presencia. Vive en algo emocionalmente honesto, incluso si es desordenado o está sin resolver. No busco superficies pulidas.
HYPERMADE: Tu proyecto actual explora la maternidad queer. ¿Qué tipo de ternura o resistencia esperas documentar?
Tia Liu: En este proyecto, espero documentar la ternura como algo silenciosamente radical — momentos de cuidado, intimidad y rituales cotidianos compartidos entre madres queer y sus hijos. Al mismo tiempo, me interesa la resistencia incrustada en sus realidades diarias: navegar por sistemas legales que no las reconocen, desafiar definiciones estrechas de familia, o sostener un espacio donde convivan la rareza y la maternidad en entornos que a menudo intentan borrar una u otra.
HYPERMADE: Gracias, Tia, por tu honestidad, tu sensibilidad — y por recordarnos que el silencio, también, puede hablar.

Cortesía de Tia Liu
Tia Liu es una artista visual china radicada en Londres que trabaja con fotografía e imagen en movimiento. Su obra siempre busca lo sutil, como la vulnerabilidad y la intimidad dentro de las emociones humanas. Cree que la suavidad posee un poder inmenso. Con formación en periodismo, tiende a observar el mundo como una forastera, para luego explorar cómo los sentimientos individuales se ven moldeados por contextos sociales más amplios. Su práctica combina narrativas personales con una investigación emocional más extensa.